Receta: Mermelada de Membrillo
Similar en textura y sabor a la guayaba, yo no sabía que el membrillo o quince era una fruta, y mucho menos que el dulce o ate que se prepara con ella es otra herencia de la colonia. Tras investigar lo que hay detrás de este delicado manjar, descubrí que los españoles incorporaron el ate de membrillo a su repertorio gastronómico, gracias a que este dulce sefardí, se popularizó en el siglo XII.
No me cabe la menor duda de que los platos ilustran.
Mi amiga Luisa López, una fabulosa cocinera que rige su casa bajo un estricto calendario de festividades mexicanas, aprovechó la temporada de membrillo para conjurar en su cocina, una variante del ate: la mermelada. Generosamente, Luisa aceptó compartir con los lectores de La Vitamina T, su magnífica receta.
Ingredientes:
- 4 libras de membrillo
- 4 tazas de agua
- 3 libras de azúcar
- La rayadura de un limón
Procedimiento:
Paso 1
Lava, pela y parte cada pieza de membrillo en cuatro partes. Remueve el centro junto con las semillas y las partes secas o demasiado firmes.
Paso 2
Pon la fruta con las 4 tazas de agua a cocer en fuego medio durante 35 minutos. Deja enfriar un poco y licúa con la misma agua en la que se hirvieron. Posteriormente, cuela.
Paso 3
Pon a fuego medio en una cacerola junto con la salsa de membrillo colada. Sin dejar de mover, deja cocinar durante 10 minutos. Agrega la rayadura del limón y sigue moviendo hasta que suelte el hervor. Apaga el fuego y dejar enfriar.
Puedes guardarla en porciones o en un sólo recipiente, y meter al refrigerador si no vas a consumirla pronto.
Disfrútala con yogurt natural, untada en pan con el queso de tu preferencia. ¡Es deliciosa!